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En muchas ocasiones, nuestros productos se relacionan con unión de piezas sólidas, pensados para posibilitar el montaje de maquinaria. Sin embargo, la funcionalidad principal se relaciona con el tendido de cables y es de ello de lo que hablaremos hoy al contarte cómo funciona el metro a nivel de tendido eléctrico.

La electricidad en el metro

Las empresas energéticas de las ciudades en las que el metro se instaló primeramente no eran, por lo general, capaces de ofrecer la energía necesaria para hacerlo funcionar. Por ello, es normal que, al principio, este sistema de medio de transporte contase con su propia central de electricidad, como bien ocurrió en nuestro propio Madrid, la cual, por cierto, está disponible para visitar en el barrio Pacífico. Como curiosidad, indicar que esta no sólo llegó a abastecer todo el sistema, sino que, en momentos de precariedad como lo fue la Guerra Civil, dio soporte eléctrico a toda la ciudad.

Con el transcurrir de los años y la mejora de la capacidad de las eléctricas, la red pasó a ser suministrada por estas, pues este proceso pasó a ser menos costoso.

Sin embargo, se presentaba un problema considerable: la incompatibilidad entre corrientes. El metro precisa de corriente continua y las compañías ofrecen corriente alterna.

Para poner solución a eso se necesita llevar a cabo una transformación de energía que, a pesar de concebirla ahora de manera sencilla, tiene su trabajo.

Conectores y contactos Alfa´R en el metro

Es en este punto en el que nuestros conectores y contactos Alfa´R entran en juego, pues esa labor de transformación requiere de la gestión y modificación de la red eléctrica para la cual se precisa de una red de subestaciones y que, por supuesto, se conforma con cantidad de productos de este tipo y de muchos otros.

Estas se interconectan vía corriente alterna, llegándoles, en el caso de nuestro país, 15000 voltios, a través de un cableado rojo que vemos en los túneles fácilmente cuando viajamos. De esta manera se consigue que, en caso de darse un fallo en una subestación, las demás puedan darle soporte, formando, con ello, un sistema redundante.

En cualquier caso, tenemos una energía en media tensión que va a parar a una subestación rectificadora, la cual se encarga de estabilizar la tensión así como de hacer que el voltaje sea menor para operar en línea, de 600 o 1500 voltios. Es también en este punto en el que dicha corriente pasa de ser alterna a ser continua.

Una vez más, aportamos nuestro grano de arena con la instalación de feeders, que son los que llevan esa alimentación al cable de tendido del metro. Su sección es variable, escogiéndose según dos parámetros: Distancia a recorrer y tensión. También damos aquí con seccionadores, que posibilitan que la corriente llegue, por el pantógrafo, al tren y que, de este modo, alimente los equipos de este.

Finalmente, saber que los cercanías también funcionan del mismo modo pero con una conversión de la energía a 3000 voltios, que es la necesaria en el tendido ibérico.