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En muchas ocasiones, tenemos sistemas expuestos a inclemencias meteorológicas de tipo eléctrico, como rayos cercanos, o simplemente, sobretensiones o sobrecorrientes que pueden ser inducidas a la línea principal debido a la conmutación de circuitos eléctricos cercanos mediante una antena o cualquier otro elemento conductor.

Las señales espurias indeseadas no siempre son generadas por elementos extraordinarios, sino que se pueden presentar por elementos cotidianos como maniobras de motores eléctricos o sistemas eléctricos de baja frecuencia. La cercanía de estas interferencias con nuestro equipo puede hacer que los transitorios indeseados penetren en nuestro circuito y provoquen daños.

La sobretensión

Una sobretensión o sobrecorriente ejercida sobre un sistema no protegido puede provocar que éste deje de funcionar momentáneamente. En el peor de los casos puede arruinar del todo un sistema electrónico, causando graves daños; no solo en su estructura, sino de interrupción del servicio, daño en el software o pérdida de datos entre muchos otros.

Para minimizar el impacto de dichas señales indeseadas sobre nuestros equipos, ALFA’R dispone de una familia de productos supresores que protegen los equipos de dichas interferencias.

Los supresores de sobretensiones y sobrecorrientes ALFA’R están construidos mediante un elemento de gas, consistente de una derivación a tierra del elemento activo que sólo se activa en el momento que se produce dicho transitorio de corriente o tensión elevado y no deseado.

La tecnología de cápsula de gas

Se fabrican por la tecnología de cápsula de gas. Las cápsulas de gas consisten en dos electrodos cerrados en un tubo cerámico completamente hermético donde se introduce una mezcla de gases nobles adecuada para su funcionamiento efectivo. Al aparecer tal señal indeseada el gas se ioniza, haciéndose sensiblemente conductor y derivando la señal indeseada a masa. La pendiente de subida del transitorio suele ser muy elevada (pocos µs) y la pendiente de bajada es lenta, del orden de centenares de µs. Por tanto, la ionización de dicho gas debe ser rápida para conseguir una derivación rápida que no afecte al circuito posterior al elemento protector.

La gran ventaja de los dispositivos ALFA’R es que una vez desaparecida la sobreseñal, el gas vuelve a su estado original rápidamente de manera que la derivación a tierra desaparece con una resistencia de decenas de GΩ sin afectar en absoluto al funcionamiento normal de la instalación, llegando la señal a transferir inalterada a su destino.

La duración de la cápsula permite una gran multitud de maniobras de derivación. Sólo queda inutilizada cuando se sobrepasa la tensión o corriente de ruptura, en el caso, por ejemplo, de la caída de un rayo directamente sobre dicho dispositivo. En cuyo caso, ésta se puede sustituir por una nueva, la cual se puede adquirir como recambio. Con una simple operación de mantenimiento en pocos minutos el dispositivo queda de nuevo operativo.

Son elementos pasivos que no requieren alimentación alguna, además pueden ser instalados en vehículos.

El diseño

Se ha cuidado especialmente el diseño, para que, en régimen normal, puedan mantener la impedancia característica, normalmente a 50 Ω, y así poder ser utilizados a frecuencias elevadas, sin un aumento significativo de la R.O.E. o de las pérdidas de inserción.

Existen versiones para conectores coaxiales de las series 7/16, N, TNC, BNC, UHF, F… con conectores macho o hembra.

La toma a tierra se realiza mediante la conexión a chasis mediante rosca M8.

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